Caminar con Reiki

julio 19, 2009

 

Atención es una palabra clave cuando estamos buscando un sentido para nuestra vida.

La necesidad de dar sentido a las cosas que nos acontecen, a nuestras relaciones y a la vida en general empieza con el pensar. Pensar o reflexionar sobre lo que pasa nos exige tomar distancia, ver la situación desde afuera, ser observadores del proceso de la vida y no estar completamente submergidos en el.  Al mirar, al pensar estamos lejos del evento observado, de nuestro momento vivido. No obstante le estamos buscando un sentido a este momento, y de ahí surge la necesidad de retomar contacto directo con la situación, debemos apropiarnos de nuevo de nuestras propias vivencias. La vida solamente adquiere sentido cuando la vivimos plenamente, de todo corazón, cuando conseguimos identificarnos con ella, cuando nos olvidamos de observarla y simplemente vivimos. Pero como es difícil no pensar y solo estar en el momento, hemos que buscar otra manera de retomar contacto con nuestra vida. 

Podemos aprovechar lo que parece ser una desventaja para nuestra busqueda de sentido:  la observación, el pensamiento, la capacidad de poner en relación lo observado. Observar con mucha atención lo que nos presenta la vida, los procesos, las estructuras, los diversos estados de desarrollo de una misma cosa. Observar otras personas, observar el entorno físico y emocional, observar mi propio comportamiento, mi manera de relacionarme con las cuestiones humanas, la naturaleza y los demás seres.

¿Qué tiene todo esto que ver con reiki? Bueno, reiki no es solo un método de sanación, una manera de captar energía adicional para equilibrar nuestro cuerpo y estado psicológico, reiki es una actitud de cariñosa atención frente a la vida, frente al mundo. Actitud de generosidad y benevolencia con los seres vivientes, actitud de respeto con la naturaleza, actitud de admiración frente a los misterios del cosmos. Al recibir y practicar reiki estás en mayor armonía con tu propia persona, con tu mente y con tu alma. Desde tal plataforma puedes observar el mundo con amabilidad, puedes conectarte con tu entorno fomentando mayor equilibrio, irradiando un sentimiento de paz que se genera desde tu propio interior. Más no necesitas para que tu vida tenga sentido.

No te quedes afuera! Abraza tu vida! Usa tus herramientas, la atención, la observación, el pensamiento, la energía extra del reiki. Abre un espacio amoroso adonde recibir al mundo y incluir tu vida en el.